Mucha gente cree en señales. En que de alguna forma el destino, dios o el poder de la fuerza nos indica por dónde debemos ir. Yo no creo demasiado en ellas pero últimamente parece que alguíen o algo quiere decirme algo.
Mi transporte para ir a trabajar es la moto, la tengo aparcada en la calle justo delante de mi casa. La primera señal que me dío fue un cambiador de bebé. A lo mejor podríamos decir, bueno, es que eso no es ninguna señal. Vale, hay escépticos por el mundo. Si, puede ser casualidad que justo cuando una mamá pasaba por allí a su bebé le dió por tirarse un pedete con cola. Puede ser también, que el pedete con cola se lo hubiera tirado hacía una hora y aquello ya olía a muerto. Incluso puede ser, que el pedete con cola se lo hubiera tirado hacía ya años y el niño ya no necesitaba un cambiador y extrañamente fue a parar a mi moto. No sé, quizás tenéis razón y no era una señal yo por si acaso no me puse hacer bebés como una loca, porque, gracias a dios yo no creo en señales.
Hoy había otra señal, una rosa roja de tallo largo. Ooohh, qué romántico!!! Y ahí va el mensaje para los escépticos. Seguro que se le ha caído a un pakistaní mientras pasaba justo delante de mi monto. O no, a lo mejor una mujer despechada la lanzó desde el balcón "Adiós, Paco! Ya no me voy a crer más tus mentiras!".
Pero si ha sido un varón bien guapo de reluciente sonrisa no os preucupéis que seguro que os lo cuento.
Jejeje. Lo del poder de la fuerza solo se puede decir siendo un poco freak!
ResponderEliminarEsperemos que si que sea un hombre bien guapo y no el prototipo de hombre que siempre está en el "Bar Manolo" :-P
Los del Bar Manolo no regalan rosas never...
ResponderEliminar¿Paco? ¿mentiras? Señales no se... pero imaginación no te falta!
ResponderEliminarOSTIA!! lo que me e llegado a reir Sireta!!
ResponderEliminar