viernes, 17 de diciembre de 2010

La educación: mito o leyenda...

Hace poco me quedé perpleja cuando una señora mayor, en el supermercado, se sorprendió cuando la ayudé a coger un producto del estante superior porque ella no llegaba. Me pareció muy curiosa su reacción. Me llenó de halagos por mi amabilidad. ¡Qué creía que justo cuando estaba de puntillas iría yo por detrás a darle en las rodillas para que cayera! Yo entiendo que hay gente desalmada que roba a las ancianitas peró, vamos, que yo mucha pinta de robaviejas no tengo...
 
¿Alguién se acuerda de aquello de dejar salir antes de entrar? ¿O era al revés? Eso debe pensar mucha gente porque ahora mismo ni en el metro, ni en cualquier puerta del mundo, si hay gente que entra y gente que sale, si lo podemos hacer todos a la vez, mucho mejor. ¡Donde vas a parar! ¡Pudiendo sacar los codos para fastidiar al que va en contrario! Y los peores son los que dudan y se están unos segundos mirándose, como si se tratara de un duelo, salgo, entras, entro, salgo...
 
¿Y el gritar? Quizás con la edad me he vuelto más sensible pero cuando yo era pequeña mi mamá no me dejaba gritar. Siempre me decía "¡No seas verdulera, niña!". Ahora todo el mundo grita, nadie sabe correr un poco para alcanzar a una persona que se encuentras en la calle. Con un grito: "oye" o "tu" o incluso un "hei". Yo si veo a alguien conocido que va por la otra acera, o le hago señas o me espero a cruzar. Incluso una vez la llamé al movil para decirle que estaba al otro lado. Los niños, aunque sean pequeños tienen madres, a las únicas que medio tolero que chillen son a las adolescentes y es porqué me dan envidia. ¡Ojalá volviera a ser como ellas y poder gritar como una gallina!
 
Porqué los paseadores de perros no pueden entender que hay gente que le dan miedo y llevarlos sueltos puede provocar un infarto a cualquiera. Uy, si, pobre animal, ¿qué tiene que ir encadenado? Pues si, esas son las reglas del juego, sino no tengas perro en la ciudad. Seguramente aquí hay debate para rato. Pero bueno, mi posición es esta.
 
Quizás sea un poco Rotenmayer. Quizás ya soy una vieja chocha que se queja por todo. Pero vamos, creo que alguien tendría que poner remedio o acabaremos con garrotes por las calles.

2 comentarios:

  1. Di que sí! En Barcelona tot si cap...pero no to si val (o algo así)

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  2. jajajaaaja Felipe! jajajaaj Ay Maica lo de las puertas... qué razón tienes!

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