jueves, 21 de julio de 2011

Amargados andantes

Me considero una persona educada, responsable, cívica y amable con las personas que me rodean. Pero hoy era inevitable escribir este post. Esta mañana he ido en bicicleta a trabajar (tranquilos ella está bien), en el primer tramo de calle he visto a lo lejos una cosa reflectante que venía jadeando hacía mi. Era un señor corre-maratones que estaba entrenando, pero como una luz imnotizante no podía dejar de mirar como se iba acercando. Sin darme cuenta, evidentemente, no he cambiado el rumbo hasta unos metros, unos dos o tres metros, bastante a tiempo dijeramos y el señor todo simpático me ha lanzado un "¿Qué pasa, qué no me ves?". A lo que yo le hubiera contestado muy alegremente: "¡Cómo no voy a ver a un hortera vestido de amarillo fosforito jadeando como un cerdo en medio del carril bici! ¡Lo que no sé es que haces tú aquí, jabalí apestoso!". Es una lástima que en el segundo y medio que he tardado en sobrepasarle no me diera tiempo a decírselo...
 
Dos tramos más allá de este pequeño incidente he llegado a la Sagrada Familia. He visto que habían tirado la parroquia y mientras me lo miraba con curiosidad no me he dado cuenta que el semáforo estaba en rojo para mi y para no pegar un frenazo he tirado para delante. Entonces un señor, muy amable, que quería cruzar me ha lanzado un "¡Eh!". Como yo ya venía mosqueadilla por el incidente anterior, le he contestado con desdén "Perdón, eh. Que no le visto" y él me ha soltado un alegre "¡Gilipollas!". Y ahí ha sido el momento en que yo he perdido el control. Me he girado y le he contestado levantando el dedito "¡Giilipollas, tu puta madre!". Él ya había cruzado y no sé que narices me estaba diciendo, pero menos bonita seguro que de todo. Yo estaba desatada pero no quería dejar la bici y para que me la robaran, así que le he dicho "¡Ven aquí si tienes huevos que te los parto en mil pedazos si me vuelves a decir gilipollas!". Entonces, un señor muy amable se ha acercado cuando a visto que yo parecía el anti-Cristo. "niña, no faltes al respeto así al señor". Le he contado lo que había pasado y se ha ido riendo diciendo "déjalo, muchacha y vete".
 
Si voy en moto, me pitan y me cortan. Si voy en bici me gritan y me llaman gilipollas. Si voy en transporte público tengo que soportar que gente que no se ducha me toque y me pise. ¡Si voy andando me atropellan motos, bicis y transportes públicos! A ver cuando inventan el patinete volador para no tener que cruzarme con amargados que no tienen otra cosa que hacer que meterse con gente que se creen que son inferiores a ellos.
 
De verdad, desde mi humilde blog pido a la gente que tenga pareja o posibilidades que haga el amor antes de salir de casa. M'encanta ver, por la mañana, a la gente con una sonrisa de oreja a oreja, que se ve a leguas que ha echado un casquete. Es que esa persona dudo mucho que insulte o veje a nadie. Momentáneamente tiene el cerebro inundado de endorfinas que le impiden ser un amargado asqueroso que pisa y humilla a los demás de forma gratuita.
 
Cada día hay más gente amargada y menos gente feliz, por no decir mal educados, incívicos, faltones y tocapelotas en general. Y no es que me considere especialmente hippy pero desearía tanto que se cumplieran los deseos de nuestro amigo Lennon... "imagine all the people living life in peace".

4 comentarios:

  1. Esto te ha pasado de verdad?? Qué fuerteeeeeeeee!!! Yo he estado a punto de hacer lo mismito muchas veces, pero siempre me callo al final y ne lo trago, que tampoco es muy bueno... estoy de acuerdo, la gente va amargada por la calle! Y por en medio del carril bici, muchas veces!! Grrrrr >_<

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  2. JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAA!!!Graaaaaaaaaaandeeeeee!!!

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  3. una de tus mejores entradas, Maiqueta! me he reído en voz alta tres veces! :D

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  4. jajajajaja Me declaro fan total de tu blog!

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