viernes, 29 de julio de 2011

Vivir sola en la gran ciudad

Hoy me voy xutando las ojeras del sueño que tengo. A las 3 de la mañana un desalmado se ha dedicado a picar el timbre de la portería. Mi gato al segundo ha saltado y se ha ido a esconder en un rincón. Yo me he puesto en posición defensa: Sábana por encima de la cabeza, aguantar la respiración i rezar "vete ya, por favor, vete ya...". El tío marrano ha estado un ratín con el dedo enganchao al timbre. En vista de la insistencia del energúmeno mi imaginación a empezado a desarrollar las más tenebrosas teorías:
 
- Si son los bomberos avisarán a más gente, no solo a mi, no?
- Si no contesto pensarán que no hay nadie i entrarán a robar...
- Si contesto pensarán que estoy sola y entrarán a robar y encima mancillarán mi honor...
- o peor aún, ¿y si están locos y quieren robarme y mancillar el honor de mi gato...?
 
En una ocasión, cambiando una bombilla dí un traspié en la escalera. ¡Pánico total! En un segundo recuperé el equilibrio y no pasó nada pero en ese segundo mi mente poderosa de miedos empezó a rezumar ideas de lo más absurdas. ¿Cuántos huesos me podría haber roto...? ¿Cuánto tardarían en darse cuenta que estaba desquebrajada en medio del baño...? ¿Quién me hubiera venido a salvar...? Nadie... ¡es domingo por la mañana, coño! No cambiéis nunca bombillas en días de fiesta. ¡La gente no está para ir rescatando bobas cambia-bombillas!
 
El jueves fui a comprar i sin darme cuenta me pasé. Así que tuve que subir cuatro pisos a pie con una mochila en la espalda, una bolsa en el hombro, en un brazo una bolsa y el casco de la moto, y en la otra mano otra bolsa. Llegué arriba con los brazos que se me habían estirado como si fueran de goma, la espalda se me había arqueado por el peso de la mochila, jadeando como una cerdita y con la mandíbula en los pies. Gracias a Destino, no me encontré a nadie por el camino y al final de la escalera sólo me esperaba un gato complaciente por volver a casa.
 
Si es que vivir sola en Barcelona no tiene tanto glamour como parece...

3 comentarios:

  1. Y qué pasó con el desalmado al final?? Haberle tirado un cubo de agua!!
    Si es que menudas cosas te pasan, nena...

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  2. Tienes que hacer como yo: "descolgar el telefonillo a la vez que dices: ¡Bin Laden!, Baaaaja a abrir! que llaman!!"

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  3. Jajaja! Yo no puedo cambiar bombillas ni los días de fiesta ni los laborables pq ni con la escalera llego al techo XDD

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