Pero, entonces, cómo puede ser que la historia de amor más brillante de la literatura, la que ha perdurado por los siglos de los siglos, sea una historia tan terriblemente triste. ¡Pues no, mi querido Shakespeare! Aquí tenéis una visión diferente de una de mis novelas favoritas, que si alguien pudo salvar a Jack Dawson del Titanic en youtube yo puedo salvar a estos dos en mi humilde blog:
PRÓLOGO:
Dos familias de idéntico linaje;
una ciudad, Verona, lugar de nuestra escena,
y un odio antiguo que engendra un nuevo odio.
La sangre de la ciudad mancha de sangre al ciudadano.
Y aquí, desde la oscura entraña de los enemigos,
nacieron dos amantes bajo estrella rival.
¿Sr. Shakespiare no podía haber empezado una historia de amor un pelín más suave...? Odio, sangre, dos amantes bajo estrella rival... Si es que ya se ve venir que la cosa no acabará bien...
ACTO I:
Chico conoce a chica...
Si profanara con mi mano indigna
este sagrado altar, sacro pecado fuera.
Ruborosos peregrinos, mis labios prestos estarian
para borrar tan brusco tacto con un beso.
¡Eso si es tirar la caña! ¡Olé, tu, Romeo!
ACTO II:
La famosa escena del balcón o lo que es lo mismo, Romeo erre que erre con la bella Julieta...
La noche con su manto me oculta a las miradas;
que me encuentren aquí si no llegas a amarme.
Antes morir a manos de su odio
que prorrogar la muerte sin tu amor.
¡Claro, es que te dicen esto y te cagas! ¿Cómo no amarlo con esas palabras...? Y es que no me veo a Julieta diciéndole "Bueno, Romeo, quizás te pasas un pelín... Que nos conocemos desde hace dos minutos..." ¡¡Noooo!! ¡Ella loquita por sus huesos!
ACTO III:
Romeo la lía parda...
Resulta, que Romeo tiene una amigo muy gallito, Tebaldo y éste se enfrenta al primo de Julieta y muere. Entonces, Romeo preso de la rabia mata al primo de Julieta. Muy bien Romeo, a tomar por culo el amor verdadero por un mal pronto. ¡Que te has cargao a su primo, hombre...! ¡A destierro que te vas!
¡Fortuna! ¡Cruel fortuna! ¡Siempre tan mudable!
¿qué les deparas a los que merecieron el respeto
y el aprecio de todos por su fidelidad? Gira tu rueda,
Fortuna; no le retengas mucho tiempo.
¡Devuélveme pronto a mi Romeo!
ACTO IV:
La genial ideal del cura: Que la señorita se haga pasar por muerta tomando una pózima mágica.
La pobre Julieta presa del pánico va a ver a su queridísimo Fray Lorenzo y le cuenta sus penurias. Más le hubiera valido invitar a un mojito a sus amigas y en reunión con su familia urbana decid que hacer con Romeo en el exhilio y Paris amenazándo de boda.
¡Oh! Antes de desposar a Paris, ordenadme
saltar de las almenas de una torre,
o arrriesgarme en caminos de ladrones;
u ocultarme en nidos de serpientes; que al oso enfurecido
me encadene; que la noche me encierre en un osario;
que me cubra con la osamenta rota de los muertos,
con tibias hediondas y negruzcas, cráneos amarillentos...
o que me arroje en una tumba recién hecha
y que me oculte con otro cadáver en su misma mortaja.
Cosas que me habrían hecho temblar sólo de oírlas
y que ahora haría, sin temor o duda,
para vivir, sin mácula y esposa, con mi dulce amor.
¡Acabaramos! Si es Julieta, tu también eres un poquito exagerada. Aunque amiga, no soy quien para decir nada pues mi segundo apellido es Dramaqueen.
ACTO V:
Fray Lorenzo escribe una carta para avisar a Romeo de lo sucedido y llega a su destinatario sin ningún problema a tiempo. Este corre como un gamo y cuando Julieta se despierta se encuentra a su amado mirándole a los ojos y se besan. Se levantan y se enfrentan a todos, les cuentan a sus familias lo mucho que se quieren y como todos se alegran un montón que Julieta este viva les abrazan y se unen todos en un baile.
¡¡¡
Julieta, amada mía, ¿cómo puedes ser
tan bella aún? ¿He de creer
que el fantasma de la muerte se ha enamorado,
y que el abominable monstruo te guarda aquí,
en la oscuridad, para que seas su amante?
Por temor de esto he de quedarme aquí
para nunca más marchar de este palacio
de noche oscura. Aquí he de quedarme
con los gusanos que ahora son tus damas
de compañía... aquí tendré mi descanso
eterno y libraré a la carne, hastiada ya del mundo,
del influjo maligno de las estrellas. Mirad,
ojos, por vez última. Brazos, dad el último abrazo.
¡Labios, puertas del aliento, sellad con este beso
legítimo un pacto eterno con la muerte
que espera! ¡Ven, guía amargo, ven, timonel
desesperado, ven fatal guía y lanza ahora
contra las rocas destructoras tu barcaza sin norte,
y fatiga! ¡Bebo por mi amor!
¡Tú, veraz, boticario,
rápida es tu droga! Con este beso... muero...
¡Feliz San Valentín amados, amadas y amantes!
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