Cosas que te pueden pasar cruzando la calle

Que te conviertas en heroe por un día:

Cuando era pequeña yo ya tenia las ideas muy claras i mis papás se encargaron de educarme bajo el lema "haz el amor y no la guerra" (Si, eran un poco hippies). Pero un día estaba esperando a cruzar el semáforo cogida de la mano de mi tía y vi como una madre le dió un sopapo a su hijo, muy probablemente porque en niño era un demonio y se estaba portando mal. Pero yo, ni corta ni perezosa, saqué la mano de mi bolsillo y le dí un manporrazo a la madre "¡qué hace!", le solté yo "¡que a un niño no se le pega!". Mi tía abochornada completamente, le pidió perdón a la señora y nos fuimos de ahi corriendo, luego en la distancia me susurró al oído "tenías razón, a los niños no se les debe pegar pero nunca te puedes meter en la vida de los demás."

 

Que una amiga te salve la vida:

Un día, hablando con un amiga estaba tan emocionada contándole una de mis batallitas que al ir a cruzar no me fijé que venia un autocar a toda velocidad. Mi amiga tiró de mi e impidió que me arrollara ese enorme autocar y quedara aplastada contra el morro a cual dibujo animado.

 

Que una gitana te heche un mal de ojo:

Otro día, con otra amiga y contando otra de mis batallitas pisé sin querer a una gitana que me venía de cara. Me dió con el ramo de flores que llevaba en la cabeza. Dijo algo que no acabé de comprender e hizo el clásico gesto gitanil de besarse el pulgar. Desde entonces, cada vez que me pasa algo malo me acuedo de esa señora...

 

Que una china te erupte en la cara:

Una chica oriental (porque no, no los sé diferenciar) justo en el momento en que nos cruzamos, justo en el momento en que se cruzan dos personas en una calle estrecha, justo en el momento en que se cruzan las miradas, justo en ese momento abrió su boca sonriente y... ¡pam! Soltó un sonoro erupto en mi cara. La chinita, sin pena ni vergüenza, más bien al contrario se fué riéndo y me dejó ahí patidifusa. Se me quedó la cara a cuadros, no sabía ni como reaccionar.