Las palabras de la risa tonta

La humanidad es simple por naturaleza y a veces nos reímos de las cosas más tontas. Por ejemplo, me cuesta entender como uno se puede reír a costa de la caída de otro, nunca me han gustado los vídeos de primera donde sale gente partiéndose la crisma. Todos hemos pasado por ello y sabemos lo embarazoso que es. Entonces, ¿porque no podemos evitar reírnos? Cuanto más aparatosa es la caída más inevitable es que nuestra comisura de los labios se separe y asomen nuestros piños. Primero nos reímos y luego preguntamos si se encuentra bien la persona que se ha descalabrado. 

 

También nos reímos cuando alguien se pone un sombrero del revés, una gafas exageradamente grandes para una cabeza pequeña y estravagancias varias de la gente de dudoso gusto. ¿Ridículo? ¡Nunca!

 

Cuando pasan accidentes tipo papel del culo pegado en el zapato y accidentes espontáneos que nos brinda la vida. A mi misma, por ejemplo, el otro día me pasó que me quedé atrapada en una bolsa. Se me metió el pie en la asa y no lograba salir de la trampa en la que me había metido. Me sentí tan pez. Nunca más tiraré las anillas de las latas a la basura sin romper el círculo de la muerte.

 

Pero hay pequeñas cosas que me pueden hacer soltar una gran risotada: Las palabras de la risa tonta. Son vocábulos que dichos en un momento dado te pueden provocar un ataque de risa irrefrenable.

No tiene explicación alguna y ni sé porqué mi cerebro actúa de ese modo. Una vez, estaba tan tranquila con unos amigos tomando una cerveza en una terraza. No sé quien fue, ni como vino a la conversación pero de repente uno dijo la palabra de la risa tonta "boñiga". Pasaron casi 2 minutos antes que mis pulmones pudieran volver a notar aire fresco en su interior, me caían lágrimas a borbotones, fue todo un espectáculo. Estaban estupefactos, no entendían porque de golpe me había puesto así, hacía poco que les conocía y no sabían que estaba medio loca, pobres.

 

 En otra ocasión la palabra de la risa tonta fue "mondongo". No es una palabra que usemos habitualmente y es decirla y en mi cabeza hueca resuena "jejeje... mongondo...".

 

¡Y lo a gusto que se queda uno con esos estallídos de risa! ¿No tenéis palabras de la risa tonta?