viernes, 3 de febrero de 2012

Mi primera canción

Estos días me he estado fijando en la primera canción que te viene a la cabeza cuando te levantas. Es un tema curioso porque ¿te condiciona tu estado de ánimo para el resto del día o es al revés, como ya te levantas en un determinado estado de ánimo te vienen a la mente un tipo u otro de canción?

¡He ahí, la filosofada de la semana!

Seguramente pensaréis que lo que me pasa es que me aburro terriblemente por las mañanas y que no tengo nada más que hacer que pensar en qué coño canto y el porqué lo canto. Pos más que aburrirme lo que estoy, por lo habitual, es terriblemente dormida. Pero mi mente no puede evitar evocar lírica a primera hora de la mañana mientras mis ojos de pez globo se deshinchan y mis quehaceres matinales se van desarrollando.

¿Por qué esta mañana me he levantado tatareando una canción de Enrique Iglesias (Rhythm divine)? A parte de que es de fácil imitar en la ducha ya que cuantos más gallos emites más te pareces al original. ¿Por qué precisamente esa canción? No recuerdo haberla oído antes de irme a dormir.  ¿Qué hay en mi oscuro ser que, por ejemplo, ayer me levanté cantando "Hightway to hell"? Vale, tengo que ir  a trabajar pero no hay para tanto.

La semana pasada estuve toda la semana con "Little Green Bag" de George Baker, banda sonora de Reservoir Dogs. ¡Pos cada mañana bajaba yo a la calle con aires de superioridad que no veas!

He de reconocer que mi ambiente de trabajo puede perfectamente influir en mi repertorio, que mis compañeros estén todo el día cantando verdaderas horteradas ayuda a que mi psique parezca un stand de gasolinera. Más todas las canciones que, como sociedad, hemos acumulado durante años, tipo la Macarena, Aserejé y un larguísimo etcétera, hace que mi cerebro cada mañana parezca una juque box y según el pie que ponga primero en el suelo aprieta una u otra tecla, para instalar en mis mañanas el disco adecuado para afrontar el día.

¿Quizás es que yo soy más feliz que una perdiz y sólo me faltan los pajarillos para parecerme a Cenicienta, pero a caso no os pasa, melómanos amigos míos? ¿A caso no sentís la necesidad de adornar vuestros primeros pensamientos con una animada banda sonora?

2 comentarios:

  1. Yo creo que lo peor es cuando te viene la canción pero no puedes ni tararearla y not e acuerdas del título y has de escucharla pero no tienes ni idea de cual de las canciones que hay en tu ipod es y tiene más de 75GB de música! Entonces Arg!

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  2. Bé, jo la majoria del dies començo cantant cançons infantils, per veure si el meu mico es desperta, però només somriu (no li preguntarem per què, espero que no se´n rigui de mi...). Gràcies a deu només duren una estoneta al meu cap...

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