jueves, 9 de febrero de 2012

Si es que tengo una chispa...

Quiero aprovechar mi humilde blog para pedir consejo a todo aquel que me pueda ayudar.

Con este frío mi cuerpo se recarga a lo pila Duracel y voy echando chispas por todos lados. 

Resulta muy molesto que cada vez que las yemas de mis dedos tocan algo me meta un calambrazo de mil demonios, que mi pelo se pegue a mi cara o salga despedido hacia el cielo como si quisiera alcanzar las estrellas. Es molesto quitarse el abrigo y un zapato y dar un brinco de canguro. Es molesto intentar darle un besito a mi gato de buenas noches y se me quede cara de conejo estreñido del viaje que me he metido en los labios. 

Los calambrazos en general pueden provocar confusión, más de una vez me han tratado de loca o incluso psicópata. Loca cuando intentas entrar en una tienda, que el pomo de la puerta es de metal y das brinco, cuando vuelves a intentar abrir con la manga del abrigo, cuando se te resbala la manga y te vuelves a enrampar y frustrada decides irte porque el tontolaba del vendedor no se le ocurre abrirte la puerta y no te quieres arriesgar a que te vuelvas a quedar pillado. Psicópata cuando ves que un amiga se te acerca y muy cariñosamente quiere darte dos besos. Lentamente ves que te vas a quedar enganxado, entonces das un respingo, te apartas, se lo explicas, aparece una persona desconocida, te lo quieren presentar, Dios, no puedo quedar mal, te arriesgas, quedas mal porque no te has enrampado y no has querido darle dos besos a tu amiga. Vergüenza, Dios, qué mal, con el próximo seguro que me meto calambrazo...

En una ocasión, al coger un bolígrafo de un cubilete metálico pude ver la corriente eléctrica, la llamita azúl que iba de mi dedo al bolígrafo. ¡Me quedé impresionadísima y un dolor!

Y tu vida se convierte en una auténtica película de terror porque no sabes cuando pero sabes que seguro, en cualquier momento, te vas a meter un chispazo de narices. 

Por favor, amigos, ayudarme. Darme vuestros consejos para evitar esta angustia.

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