miércoles, 29 de febrero de 2012

Temporada de tomates

Llevo unos días que me encuentro con una sorpresa cuando me descalzo. Uno de mis deditos asoma a través de mi calcetín traslúcido y desgastado. Es curioso porque hacía como mil años que no me pasaba, no sé, de cuando era pequeña, ¿quizás?

Pero ayer ya fue el tercer calcetín que me encuentro con un tomate digno de la mejor ensalada.

Y ayer fue en el gimnasio. Qué vergüenza, un gimnasio tan elegante y molón y yo... ¡toma tomate Solis!

¿Y si llego a estar con el hombre de mi vida? ¡Alé, toma tomate Orlando!¡La nenita con un dedo al aire!

Y es que tener un agujero en el calcetín es casi tan normal como tirarse pedos. Inevitable pero a la vez de marrano y de dejado. Tal vez, tendríamos que hacer como con los estornudos o bostezos, taparnos el culo con la mano cada vez que nos venga un gas. Quizás con los tomates en los calcetines también tendríamos que actuar con naturalidad ¿A caso no os ha pasado nunca?

Quizás es un mensaje de Dios o de mi querida cruel amiga Destino. Quizás me está diciendo que renueve mis calcetines porque alguien muy importante verá mis pies... ¿Dalai Lama estás de camino?

Tengo una amiga, que durante una temporada los cordones de sus zapatos no paraban de desanudarse, ella siempre me decía "¿será un mensaje de Dios?" Creo que al final Dios no nos vino a decir nada, como siempre tremendamente decepcionante. Pero bueno, el tema de las señales decepcionantes y tremendamente inútiles es otro tema que quizás aborde en otro momento, que tiene miga. 

Y es que seguro que pensais "¡Qué mensaje, qué mensaje!¡La tía que es una marrana y no se corta las uñas!" Pues no, me las corto como todo el mundo, ¡una vez a la año!

A banda de bromas, me las corto como todo hijo de vecino. A lo mejor, el problema radica en que no renuevo mi stock de calcetines muy a menudo pero no me negaréis que es mucha casualidad que en una semana se me hayan roto tres calcetines... Normal, normal, no lo veo...



1 comentario:

  1. Si chiquilla... 'renovarse o morir', y con los calcetines, esta regla vale por diez.
    Que los tomates ahí son muuuu feoooos.

    La otra opción es tener las uñas siempre super bien pintaditas y con dibujos originales, y así parecerá hecho adrede... pero vamos, yo de ti me iba al calcedonia y hacía una inversión.

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