lunes, 28 de enero de 2013

De espaldas a ti

Se dice y se comenta que sólo escribo cositas de niñas. ¿A caso no es normal que siendo una chica escriba cosas de nenas?

Pero tópicos a parte, yo soy de las que se queda los domingos tarde en casa con su sofá, su libro, calceta o ganchillo y si hay liga o carreras de coche me la trae más bien al pairo.

Y es que querido Leo rara vez veo tus goles a la primera, siempre me tengo que esperar a la repetición de la jugada porque yo soy la típica chica que queda para ver el fútbol con sus amigos y se pone de espaldas a la tele. Quizás porqué lo único que me interesa es conversar con ellos, tomarme unas cervecitas y ponerme ciega a bravas y si se presta a la media parte comerme un bocadillo de bacon con queso, un clásico entre clásicos de los partidos de futbol en el bar. 

Discúlpame Mr. Messi si no me interesan en absoluto los innumerables récords que has alcanzado ya. Como a cualquier genio admiro el esfuerzo que le dedicas a tu trabajo pero mucho me tendrías que discutir tu y los tuyos por las cantidades indecentes que cobráis. 

A mi lo que me va es el sarao y la vidilla que nos dáis. Como barcelonista que soy he peregrinado por el campo ya varias veces. Se me ha puesto el corazón en un puño al oír el himno de mis colores ante tal majestuosidad como es el campo del Fútbol club Barcelona y casi se me sale la sonrisa de la cara la primera ola que hice. Aún soy virgen en mosaicos pero hubiera dado mi reino por ser uno más de esa diminuta senyera que se exhibió en el campo el octubre pasado con más de 90.000 cartulinas. He tenido la gran suerte de poder sentarme en lugar privilegiado y ver a los jugadores salir del túnel de vestuario frescos y limpios o a su vuelta vitoreados por la masa futbolera por su buen trabajo en el césped. Mi balcón siempre ha ondeado la bandera blaugrana en sus victorias y he ido a canaletas cuando ha tocado. He saltado y gritado, a mi manera, claro, que no olvidemos que soy una señorita de educación refinada y no voy por el mundo pintada como una puerta y haciendo el salvaje porque mi equipo ha ganado. 

Las carreras de coches o motos no me alteran lo más mínimo mis planes y me niego a no salir un sábado por la noche porque a las 7 de la mañana de un domingo corre fulanito o menganito. El basquet lo prefiero en directo que en la tele y el tenis ni fu ni fa, aunque no descarto un día pasarme por ahí solo para ver el glamour que lo rodea. Prefiero mil veces pasarme horas haciendo tartas a encerrarme en un cuartucho y abandonarme al juego de las consolas o escarchufada en el ordenador porque ha salido la versión nueva de vete tu a saber qué. Si que hay mujeres que les guste el fútbol o las carreras, y que como siempre digo, para gustos colores, que cada uno con su tiempo hace lo que le da la realísima gana, pero es curioso porque al revés rara vez se da para nada. ¿Pero a caso no es normal que seamos un pelín diferentes y que ellos prefieran el mando de la play al ganchillo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario