jueves, 30 de enero de 2014

Atracción fatal y combo de cosas rarunas

Quien más quien menos ya sabe que no soy precisamente una joven convencional. No tanto por lo de joven, que de espíritu los soy más que de cuerpo, sino por lo de convencional. Y es que, aunque llevo tiempo con este blog y explicando mis visicitudes a todo quisqui aún me sorprende la cantidad de cosas que me pasan fuera de lo normal.

Por ejemplo, ya hace un año que estamos acomodados en una oficina nueva. En nuestra sala, el único sitio donde una señorita puede dejar sus cosas es en un armario que hay justo detrás de una puerta. No os podéis ni llegar a imaginar la de veces que me han aplastado contra las baldas del armario porque justo cuando yo estaba cogiendo algo de dentro y alguien entraba justo en ese momento por la puerta. Pero pensaréis que qué problema hay. Un armario, una puerta. Es normal, puede pasar. Si, estoy totalmente de acuerdo pero... ¿tan a menudo? ¿De verdad? Que yo voy al armario cuando entro y cuando salgo de trabajar, que no vivo allí, eh. Esto sólo me pasa a mi porque mis compañeros dejan sus chaquetas encima de los respaldos de las sillas, como la mayoría de ellos no llevan bolso pos dejan su monopatín en los pies y así pasan la mar de cómodos todo el día. Pero una mujer tiene unas necesidades y una de ellas se le llama armario y lo que no es normal es que cada vez que busque algo en mi bolso alguien me tenga que aplastar y hacerme quedar como un cromo de fútbol de los 80.

Otra de las cosas rarunas que me suelen pasar es el tiempo perdido que dedico a las colas del súper o superficies grandes con cajeras. Qué mal habré hecho yo en el mundo porque ponga donde me ponga acabo haciendo más cola que los demás. El otro día, en un sitio donde venden muebles baratos hice una cola de diez minutos por una mala decisión. Tenía la posibilidad de la cola A, donde había una chica que todavía no había empezado a pasar sus productos por la máquina o la posibilidad B, una chica con su hijo y su madre que ya estaban pagando. Santa inocencia que fui a la cola B. La chica sacó primero un cupón de descuento, la cajera no sabía de qué iba y tuvo que preguntárselo al supervisor. Mientras en la cola A y yo titubeaba si cambiarme o no otra familia empezó a pasar su productos por  la cinta. En la cola B la joven que ya había conseguido sus 3 euritos de descuento hizo uso de su derecho a pasar la tarjeta del lugar para que le sumaran puntos, luego pagó con tarjeta y tuvo que poner su  pin y cuando ya creía que la cosa había acabado y en la fila A la gente ya se amontonaba, cosa que me impedía a mi cambiar de cola, ¡nos dimos cuenta que la abuela también tenía compra que pasar! ¡Y si, con su cupón descuento, su tarjeta y sus santos cojones! Perdonad el vocabulario pero llega un momento en que situaciones así te vienen todos los instintos homicidas que puedas tener en la cabeza y todos a la vez. Yo llevaba la de Dioses Cristo esperando y la primera chica de la cola A ya estaba en casa y con su mueble montado.

Que yo soy tía encuentros también es algo que ya he comentado alguna vez. Que yo es bajar a la calle y encontrarme hasta el Papa de Roma y saludarlo con toda la tranquilidad del mundo. Pero fíjate, que yo cada martes voy a un sitio, más o menos salgo a la misma hora, cinco minutos arriba, cinco minutos a bajo, claro. No es algo que sea clavado. Pues siempre, bueno, al menos desde hace 2 o 3 semanas que de vuelta a casa con mi motito, una gorda enorme montada en una Harley me adelanta y me deja medio sorda. ¿Cómo puede ser? ¡Además, siempre en el mismo punto de mi recorrido! Y es que estas casualidades del destino a mi me vuelven loca porque simplemente no entiendo cómo puede pasar. Yo puedo entretenerme mirando una tienda, es igual la gorda me adelantará a la que llegue a la Casanovas, que la chica la llaman por teléfono y tarda 2 minutos en coger la burra, es igual, a la que cruce Diagonal... ¡Zascas! Ya está la Monipenny esta a paso de tortuga, ¡adelantar se ha dicho! ¡Y eso cada martes! Fucking fat girl!

2 comentarios:

  1. Igual es que hay varias gordas montadas en harley todos los martes, igual es el día que se reúnen. Has probado a buscar en google? "gorda harley martes barcelona" yo lo haría :)

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  2. Mientras no me vengan todas a la vez... ¡Qué miedito!
    Jajaja

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