miércoles, 2 de abril de 2014

Saber de ti

 
Desde que las redes sociales nos acompañan en nuestra cotidianidad diaria esto se ha convertido en un mercado de tamaño desproporcionado.

Plataformas donde todos están cotilleando la vida que tu tan alegremente les sirves en bandeja. Que opinan a libre albedrío porque tu quieres su me gusta, lo necesitas, te gusta ver que tienes sotopcientos me gusta y eres feliz. Aunque, sabes, gracias a Dios y a las mentes pensantes de F que nunca puedas decir que una cosa no te gusta, que el día que inventen el botón no me gusta, ya verás tu la que se monta. Imagino hordas de exnovias pulsando el no me gusta con rabia porque ha visto a su ex con un pivón de piernas de metro y medio. 

Hay verdaderos expertos y expertas en buscar a gente en la red, detectives privados camuflados de seres normales. Yo que, creo y espero, soy muy cuidadosa con el tema, porque como te olvides de poner sólo a tus amigos ya la has cagao, ahí queda para los anales de la historia, tu etiquetado con cara de subnormal soplando velas en tu trigésimo aniversario con los carrillos llenos de aire, a punto de explotar. 

No puedo evitar reirme un montón cuando busco mi nombre en el buscador por excelencia de internete. He encontrado cosas tan variopintas como que soy un dinosauria de tamaño medio, que a ver sr. goo... tengo una edad pero hombre esto es pasarse un poquito, la verdad, a más ¿tamaño medio? ¿Tanto gimnasio pa esto? También se supone que soy de una peña ciclista que rompe piernas en un pueblo perdido por España y que corro a diestro y siniestro en todas las cursas y maratones del país, desde luego, nada más lejos de la realidad, que yo si corro es detrás de un buen jamón y poco más.

Pero por el contrario, curiosidades del medio éste moderno, lo que leo de los demás, me lo creo todo a pies juntillas. Si yo pongo el nombre de alguien y sale la foto de una silueta escalando el Everest, yo que me lo creo, buah, qué valiente es este chico y, de golpe, me salen corazones de los ojos a cual emoticono de whats. Y si sale rodeado de chicas, lo primero que pienso es ¡pos vaya cabrón!, sin importarme que, a lo mejor, es la foto de la boda de su prima la Juani y está con sus otras siete hermanas muy guapas todas ellas... 

Luego están los chincha rabincha, ese juego si que me parece peligroso y con todas las papeletas perdedoras. Si publicáis algo hacerlo porque os hace gracia compartirlo con vuestros amigos, no para hacer rabiar a la chico/a de turno que os ignora u os ha hecho algún daño o a la vecina del quinto que siempre te está dando por culo con sus historietas. Es un juego que no va a ninguna parte y un gasto de energía inútil.

Y tampoco pueden faltar los especuladores, que ven cuatro fotos y ya se han montado la película. Cuidadín con lo que colgáis que los especuladores siempre estan al achecho y te pueden sacar novio, amante o sucedanio en un plis, metiéndote en un lío a la mínima. Los puedes identificar porque sus comentarios suelen ser del tipo "vaya, vaya, si que estás bien acompañado/a..." o "tio/a no paras, eres un crack". Y luego te vienen con "¿Has visto lo que ha colgado fulanita o ha dicho menganito?"
 
¿Cuanto daño ha hecho y harán estas plataformas? ¿El saber es poder o corazón que no ve es corazón que no siente? No sé si éramos más felices antes que no teníamos tanta información de la gente, como mucho su árbol genealógico, que eso si que es de saber en todos los pueblos. Pero tampoco creo que haya vuelta atrás, ahora la normalidad es esta, o al menos en mi caso. Lo intento, porque así como pienso que no me gusta que hurguen en mi vida quiero ser coherente y no hacer lo mismo. ¡Pero es que no se puede, coño! Es como si me pusieran un trocito de chocolate en las narices todo el rato, al final, o te lo comes a bocados o revientas y, encima, maldigo muy mucho a la gente que hace como yo y lo tiene todo capado. ¡Así no hay quien juegue!

1 comentario:

  1. Yo soy de las que cotilleo, me encanta! Y por eso, y por si acaso, no pongo casi nada jajaja

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