lunes, 23 de marzo de 2015

Vida sana, in corpore sano

 Dejando la mente de lado, vida sana hoy ¿utopía o misión titánica?

El otro día, leí en una revista que hay que tomar cinco piezas de verdura al día. Creo que estaba equivocado y se referían a frutas y no verduras. ¿os imagináis lo que podría suponer hervir cinco coliflores a la vez? ¡De ahí saldría un  hongo nuclear que podría matar a media humanidad! Y a la otra mitad por daños colaterales post digestium.

Hace poco me pasaron un reportaje sobre nuestra mala alimentación en general. Una de las cosas por las que podías detectar tu mala gestión alimentaria consistía en saber si tus cacas flotan. ¿qué pasa que les tienes que insertar una banderilla a tus heces y si se hunde el misil es que la cosa va a la perfección? De verdad que a estas alturas de nuestra vida tengamos que ir jugando a hundir la flota con nuestras mierdas... Si es que...

Obviando los zurullos flotantes, es verdad que comemos bastante mal. La comida de nuestras abuelas ricas en grasas y con sus salsas bien atrayentes a la miga de pan y al noble arte del suca-suca son actos prohibitivos para las costumbres saludables de hoy en día. Que la mayoría de los abueletes hayan pasado una guerra y superen los 80 eso no cuenta. A nuestra generación le toca el viacrucis de la vida sana y el pan, algo con lo que millones de humanoides se han alimentado desde antes de que antaño existiera ahora resulta que es peor que el ébola y la gripe española juntas.

Y la leche de vaca ya ni qué contar. Ahora resulta que es veneno blanco puro, es que ni la legía es tan perjudicial. Resulta, que ahora para nuestros debiluchos estómagos es de difícil digerir y encima va cargada con una buena ración de hormonas femeninas y que si tu cuerpo no la sabe eliminar correctamente la puedes liar parda sobrehormonándote. Y si eso, todo ese calcio tan bueno que decían que te aportaba la leche, te lo buscas en otro alimento que éste ya no lo queremos para nada.
 
O sea que como te descuides, por la típica merendola de un vaso de leche con una una onza de chocolate entre pan y pan puede llegar a ser penado por el constitucional por mala praxis alimentaria.

Como casi no nos tienen mareaditos con ciertos alimentos, pos como para fiarse uno de lo que tiene o no tiene que hacer. La Universidad de Wisconsin ha descubierto que el plátano nos aporta potasio muy beneficioso para nuestros músculos pero estudios recientes de la Universidad de Wichita (Kansas) dice que produce impotencia. ¿A ver, qué hacemos ahora? Que me lo he inventado pero a qué no os da un poco la sensación ésta de que ya no sabes ni qué comer.

Quiero felicitar desde mi humilde blog a todos los químicos y gente que se dedica a la bollería industrial y a la fabricación en masa de gorditina para la buena obturación de nuestras venas y creación insana de nuestros michelines, por su excelente trabajo. Desde luego, entre un donut y la alfalfa que nos pretenden colar por nuestro bien alimenticio ciertos supermercados alternativos no hay color. Porque señores sin ustedes, un mundo con millones de mujeres con ansiedad premenstrual sería muy muy difícil en el que convivir. ¡creánme! 

Así que, con el permiso de ustedes, me voy a zampar lo que más me apetezca siempre desde el buen lado de lo que vendría a ser lo normal, con una dieta equilibrada con sus toques de gratas felicitaciones de vez en cuando en forma de pequeños regalitos para el cuerpo bien azucarados y con su toque chocolateado. A ver si ahora con la coña voy a caer en una ortorexia chunga o algo, que para quien no sepa que es, les cuento que es una obsesión compulsiva a comer sano. Anda que quien me conoce no sabe ni nada que para mi eso es imposible. ¡Viva el chocolate! ¡Viva! ¡Viva los pastelillos! ¡Viva! ¡Viva el...vale, paro que no nos lo acabamos!

Para los que vayáis más perdidos que un pulpo en un garaje, insano o no, como yo, aquí os dejo un blog que me ha recomendado una doctora que se ve que está muy bien y es muy útil, hecho por nutricionistas y profesionales varios:

2 comentarios:

  1. Es una verdadera desgracia que, la comida insana, sea la que más gusta. Lo demás, ni es comida ni es na... Pero tal y como lo cuentas, que es tal y como es, resulta milagroso que toda nuestra generación hayamos llegado a nacer con lo "insanos que eran nuestros abuelos". Creo que los nutricionistas o como se llamen, se lo deberían hacer mirar...
    Saludos.

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    1. Siempre nos quedarán las espinacas. Que están buenísimas y la mar de sanas que son.

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