El otro día me pasó una cosa supercuriosa con la red
social esta y como hoy un querido fan del blog me ha sacado el látigo motivador
de la escritura, me pongo a explicároslo a ver si os parece normal.
Andaba yo desayunando tan tranquila en un bar, desgraciadamente a causa de
la oferta y la demanda ya no el habitual de toda la vida sino en una cadena que
café más crusán a 1,70 y no a 2,50 como en mi antigua morada de desayunos,
cuando levanté la vista de mi libro electrónico y vi a un personajillo sentado
dos mesas más adelante con un fular morada mirando el móvil. ¡Ojo, que en la
capi estábamos a 20 grados! ¡Y el tio con un fular y una modernez que llevaba
encima que era para verle pero la cosa quedó como anecdótica en mi cerebro pues
había otro chico bastante de mejor ver en la mesa de al lado. Parece que no
pero, a veces, intentar leer mientras desayunas tomando un cafecito, cuesta un
poquito con tanto hombretón y a media primavera pasada.
Pero cosas de la vida que al día siguiente fisgoneando por el feisbul un
chico colgó un vídeo de un mercadillo molón de estos que hacen ahora cerca de
la playita con rampoinas varias y adivinar quién pasó por delante de la cámara
de este chaval como un espontáneo televisivo. ¡Sí! ¡¡¡El tipo del fular
morado!!!
¡A mi me da que esto tiene de normal lo mismo que una gallina con tres
cabezas! ¡Me quedé flipando!
Y es que el feisbul este tiene unas cosas. ¡Qué manía tendrá siempre de
sugerir a gente que entra en tu vida como un tornado y cuando la ves allí en un
recuadrito diminuto no sabes como el señor Zukember ha sabido de tu match con
ella y Destino Cruel. Porque lo de las publis y páginas sugeridas al instante
de consultar algo ya A medio me lo explicó porque circula una de información en
microsegundos que no somos conscientes pero el como el de repente y sin venir a
cuento te sugiere a cualquiera es espeluznante. ¡Un día de estos me sugiere a
mi tatarabuela y me cago!
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