domingo, 30 de julio de 2017

El sentido del humor

Hace unos días vi un programa de televisión sobre el humor (Bailén 20), de estos que solo se puede ver por internet, que son los que veo yo porque de un tiempo para acá no sé qué ha pasado con la televisión tradicional pero me aburren soberanamente sus programas y en mi nuevo hogar ni tan solo me molesté en conectarla al cable convencional para poder sintonizar las cadenas. La cuestión es que hablaban del humor como una forma de vida. Decían que quien vive del humor y se nutre de él es una forma de vida más saludable y positiva.

Bueno, vamos a ver la otra cara del humor. El dark side del jijiji y el jajaja. Yo que soy asidua del Humor Lifestyle, a veces, es más una carga que otra cosa. Que tú estás empreñada como una mona o más triste que una cebolla con la lagrimilla y la gente descojonándose de ti en tu cara. Claro, al no poder explicar las cosas de forma normal, sin un chistecico o una gracieta pues me da la sensación que, como decía mi abuela, a mí la gente no me hace caso ni a fums de sabatot.  El otro día, estaba con una amiga, en una terraza, tomando una cervecita para pasar el calor de estos días y me puse a contarle mis penurias habituales. ¡Pues la tipa mondada de la risa! ¡Y no solo eso que los de la mesa de al lado también, ni que yo fuera monologuista señores! Al final, voy a tener que pasar la gorrilla para ganarme unas perras extras, ya lo veo.

Tenía un amigo que siempre me decía que era especialista en romper la magia. Esa es otra, a la que se me acerca alguien con posibilidades a mí me sale la vena graciosilla y con mi nerviosismo habitual de monguer anticoqueta ya la hemos liado y si, si, descojonados todos pero de ahí no pasamos y si pasamos aún es peor que cuando más seria se pone la cosa más puedo salir yo por peteneras. Que ya se pueden esforzar mucho en crear un ambiente ideal que yo me pongo a perrear o hacer el canelo y me quedo tan ancha. ¡Solo el que sabe redireccionar mi tontería es el que se lleva el premio!

Pero en este programa hacían una reflexión que me gustó muchísimo. Nuestras parejas o amigos son nuestros amigos porque son con los que conectan con nuestro tipo de humor. Yo tengo amigos de todas las clases políticas y sociales y siempre me parecía raro como podía tener amistad con gente tan diferente a mí. Entonces, al oír esa frase en el programa, me acordé de los momentos tan divertidos con los que he pasado con los que son quizás más distantes, por ejemplo, políticamente a mis convicciones y lo entendí todo. Fijaros que pasa si es al revés... que no hay cosa peor que te venga un tío pensándose que es gracioso y tenga la inteligencia y la gracia de un orangután. ¡Mucho mejor los bonobos! Todo el día riendo, jugando y… bueno quien quiera saber más de estos monitos le recomiendo el programa de Redes dedicados a ellos, que mira, casualmente es de la televisión convencional (https://www.youtube.com/watch?v=wpoH6SrQjXM).

Aunque a veces, el humor para mí sea una losa por no saber expresar mis sentimientos adecuadamente si no es a través del chascarrillo y se vean flaqueados o desvalorizados por ello, estoy de acuerdo en que la risa une a la gente y es muy hermoso poder sincronizar carcajadas por tontadas y nimiedades, sin más, solo por el simple hecho de estar a gusto con esa o esas personas.

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