Por
el motivo que sea, estoy luchando contra las fuerzas de la humanidad para
intentar vender por cuatro duros varias rampoinas y trastos por una famosa
aplicación de ventas de segunda mano que, para no hacerles publicidad,
llamaremos Gualaplof.
Interactuar
con humanos siempre me ha costado un pelín, para qué engañarnos, a estas
alturas todos ya sabréis o lo podéis intuir que soy una persona muy lógica, un
tanto excéntrica y probablemente con más ADN de marciano que de monito, pero
hay quienes me ganan y están a años luz de mi cuadriculada mente.
Véase,
por ejemplo, esa persona que se puso en contacto conmigo para que le enviara
por correo un sofá de tres plazas de forma gratuita. No sé que tenía en mente
esa señorita porque yo hasta la oficina de Correos no me iba a ir cargada con
esa cosa a los hombros o como esas mujeres que transportan tinajas enormes
encima de sus cabezas. Cómo pude, intentando no caer en la trampa de llamarla
borrega, tontaina, alma de cántaro y varios apelativos más aludiendo a su
probable escasa masa cerebral, le respondí que eso no podía ser debido a que,
como indicaba en el mismo anuncio, vivo en un quinto sin ascensor y que por eso
lo tenía a un precio tan inferior al que le correspondía. Pues la muchacha, al
segundo, me contestó que si lo ponía en la aplicación tenía que poderse y tenía
que ser gratis. Como soy débil en debate dudé de hasta la propia física
universal y pensé que quizás incluso podría ser. Entonces, opté por dejarle la
pelota muy bien puestecica en su tejado y quedamos que ella se informaría del
tema y que ya me avisaría si eso resultaba ser cierto... Todavía estoy
esperando.
Hay
gente en este mundo que cuando se empecina en algo no hay quien los quite de
ello. Uno me insistía para que le indicara qué parada de metro caía más cerca
de mi casa. Y yo dale que dale a decirle que no se podía llevar una butaca que
pesa la de Dioses Cristo en metro. Si como mínimo su nombre hubiera sido
Hulk...
Pero
no fue la única persona que se pasó las leyes de Newton por el arco del
triunfo. El personaje en cuestión quería adquirir una mesa auxiliar para poner
la televisión. Como no había manera de ponernos de acuerdo para quedar y
realizar la transacción me propuso la más disparatada de las ideas. Que si un
día me pasaba por el centro, si eso, que le avisara. ¿Sabéis ese típico día que
te levantas con ese gusanillo y esas ganas de pasear tranquilamente, sin
agobios por el centro de Barcelona? Sí, sí, ese en que te pones algo bonito, tu
mejor sonrisa y te echas a la calle con un mueble auxiliar para la televisión
en el bolso. ¡Hombre, venga...! Que sí, que lo normal es encontrar de todo en
el bolso de una mujer pero vamos que yo creo que ese señor debe ser usuario de
la droga porro muy frecuentemente porque sino yo no me lo explico.
Que
ya os digo que rico con esta aplicación no te haces pero para llevar más ligera
la siguiente mudanza a mí me está yendo de coña. Que cuando pillas a alguien
bien y la conversación es fluida, oye, una maravilla, pero como te escores en
algo... ¡Cagarela!
Una
señora me preguntó si unas caja que vendía para organizar y guardar trastos
eran nuevas. Muy amablemente, porque rancia sí pero mal educada no, le dije que
estaban usadas pero que se encontraban en buen estado. Al día siguiente, leí otro
mensaje suyo: ¿Están nuevas? No daba crédito. Le vuelvo a responder con otras
palabras, amablemente igual, como le comenté ayer no pero están bien bla, bla,
bla, bli, bli, bli... Al día siguiente, otra vez la misma pregunta. Yo ya con
la mosca en la oreja se lo comento a una compañera. Entre jijis y jajas
descubrimos que la aplicación había estado teniendo problemas y se habían
estando enviando mensajes repetidos. Y yo venga a darle explicaciones a la
pobre señora que, evidentemente, no me compró las cajas porque debería pensar
que estoy como un cencerro.
Y
así es mi vida en la actualidad, que mientras me vuelvo a mudar por enésima
vez, para volver al número uno, voy quitándome lastre de encima. Si necesitáis
una mesa de comedor, una cama o cualquier otra cosa, no dudéis en poneros en
contacto conmigo y hablamos de las leyes de la oferta y la demanda.
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