jueves, 13 de octubre de 2011

¡Cadena perpetua para los robapitorros!

De los creadores de Mi bici no me quiere y Bici nueva llega las nuevas aventuras de Bici III.

En su ya corta vida, a Bici III le han sucedido ya un montón de cosas. Su llegada al mundo ya fue peculiar. Su ama (yo) la pidió a unos grandes almacenes por internet. Tardarón 15 días más de lo que le habían prometido pero finalmente llegó en una enorme caja. Estaba ya toda montadita salvo la cestita, que nos ayudó un compañero a tornillarla bien y los pedales.

En el viaje de inaguración nos dimos cuenta que teníamos las ruedas un poco flojas... Tardamos casi 20 minutos en hacer un recorrido de 5 calles. Con lengua a fuera llegamos a la tienda de deportes de la Illa Diagonal y le hinchamos alegría a las ruedas. Cuando llegamos al destino nos dimos cuenta que, de los dos supercandados que habíamos comprado para poder proteger de los ladrones asqueroso a nuestra Bici III,  de uno había perdido las llaves. Se me pusieron los nervios a flor de piel, tenía que hacer una gestión y la tenía que dejar atada con un sólo candado en medio de la Diagonal. ¡Qué angustia pasé pensando que estaba a merced de los bándalos!

Gracias a Destino conseguimos que nadie se fijara en ella y en su escasez de seguridad. Unos diez días después encontré las llaves en un bolsillo de una chaqueta. Me puse muy contenta porque el candado me había costado unas buenas perras. El problema llegó cuando fui a casa y no encontré el candado. Convencida que lo había tirado por no tener las llaves perdí toda ilusión cuando un día... ¡Tachán! En un cajón, oculto entre porquerías varias apareció el candado.

Una vez aparcada ya con toda la seguridad del mundo mundial pasó lo que tenía que pasar...

Si, me volvieron a robar. Esta vez, no fue la bici entera. Fue algo a lo que me parece imposible poner una cadena. Los pitorros de las ruedas para hincharlas.

Se ve que es una práctica de lo más habitual, sobre todo entre adolescentes. ¡Pues menuda gracia! A un reformatorio los llevaba yo a los malditos robapitorros que me han dejado las ruedas hechas una caca. Voy a electrificar a Bici III y el próximo que la toque le va a meter tal calambrazo que se le van acabar las ganas de ir tocando los .... a los demás. Estoy muy indignada con el hurto masivo de los pitorros de las bicis y para colmo la gente te sugiere que tu también lo hagas. ¡Encima tengo que entrar en el juego! ¿Lo veis normal? ¡Pos una porra! ¡Cadena perpetua para los robapitorros!

4 comentarios:

  1. A este paso... La bici IV será plegable y la subirás cada día a casa.

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  2. Maica, crec que et sortiria millor pagar un xòfer nena, perque entre patir, pitorros, rodes, sillins, candaus.... deu meu!!!! Tens moral de collons!!!!!

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  3. Ai nena!! que bó!!! ;) haurem de mirar les assegurances de bicis a veure si entren els "pitorros"!!!!

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  4. Maaaadre de dios... que odiseas te pasan con las bicis...
    Tendrías que escribir un libro "Mi(s) bici(s) y yo"...

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