jueves, 1 de diciembre de 2011

Tengo problemas de comunicación

Llevo un tiempo que me cuesta comunicarme con el resto de seres humanos con los que comparto mi vida. Amigos, familiares, cercanos o lejanos no consiguen llegar a mi.

Y es que resulta que mucha tecnología y mucha gaita pero a la hora de la verdad te pueden dejar incomunicada en cuanto se les antoje y durante el tiempo que les venga en gana. He cambiado de compañía telefónica y he estado un mes sin internet, me han mareado como han querido, me han hecho llamarles veinte mil veces con sus veinte mil pulsa 1 pa tal pulsa 2 pa cual, con su cancioncita desquiciante "Yo make me happy..." y un sinfín de teleoperadores muy poco operativos, la verdad. Pero claro, si te vas a la competencia, vas de Guatemala a Guatepeor. 

Días después de conseguir mi línea nueva, tuve un pequeño percance con el teléfono fijo de casa. Resulta que lo situé estratégicamente debajo de una planta y yo riega, que te riega. Sin darme cuenta, lo que estaba haciendo era regar mi terminal telefónico jodiendo todo su funcionamiento. Y otra cosa que me parece exagerada son los precios de los teléfonos fijos. ¿Cómo que 60 euros por un teléfono? ¿Nos hemos vuelto locos o qué? ¿Y gastarme ese dineral para hablar de muy vez en cuando con alguien desde mi sofá?

Otro problema que tengo añadido es con las redes sociales. Yo entro, cotilleo y salgo. No estoy ahí durante el tiempo suficiente ni para escribir en muros ni para chatear. Si alguien ve que no le contesto no es porque paso de él. Pero luego, al volver abrir el programa, me encuentro que hay gente que ha intentado hablar conmigo. Lo siento por los que se ha intentado poner en contacto conmigo por esta vía. Lo siento Raquel, si es que soy muy rancia.

Superadas las redes sociales pasamos al programa de chatear vía móvil. Producto que he de confesar me vicié mucho desde el principio y ahí estoy enganchada como el primer día. Y lo peor es que en el trabajo muchas veces no tenemos cobertura y parecemos monicos colgados de las ventanas a ver si con el aire entra un poquico de cobertura internáutica. ¿Y la batería? Porque nos dan una droga que se consume tan rápido, pero por el amor de Dios que pronto los "¡cervesa bier, cervesa-bier!" van a repartir "¡cargadores a un ero, a un ero!". Que siempre vamos como locos buscando cargadores.

Menos mal que en mi adolescencia no existían estos aparatejos porque sino ahora mismo estaría en una habitación acolchada, viendo letras bajar de las paredes. Si es que, aunque lo parezca, muy normal no es conocer gente por internet, cotillear su vida en las redes sociales, vivir su momento a momento en el pajarito online, hablar con esa persona hasta la saciedad chateando con el móvil... No si aún tenemos suerte de la cantidad limitada de psicópatas que hay en el mundo porque todo son facilidades...

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