martes, 12 de marzo de 2013

Mi colección de personas entrañables

o ¿Seré una pequeña psicópata? 

Hoy no acababa de decidirme por el título de este post. Será que hace días que no escribo y he perdido la práctica. ¡Maldito invierno que chafa todos los sentidos!

La cuestión es que, ¿no os pasa, a veces, que vas por la calle y ves a gente o animales entrañables que te llevarías a casa? Tan solo para tenerlos en una vitrina y que de vez en cuando poder ir a ellos y que te recordaran ese momento tontulón que te hicieron vivir.

Os voy a poner varios ejemplos en los que me he encontrado a ver si os parece normal o no que quiera coleccionar gente encantadora:

- Un niño de unos 10 años lleva a su hermano pequeño de unos 5 o 6 años al cole. El hermanito coge una rabieta, el colegio no le parece un lugar tan maravilloso como le han querido hacer ver sus padres. En su cara somnolienta esta claro que hubiera preferido quedarse en la cama. El hermano mayor, como buen hermano le ayuda a avanzar y le da palabras de consejo. Pero él insiste, no quiere y no quiere ir al cole. El hermano mayor, con una paciencia infinita le suplica, "por favor, hermanito, que  nos vamos a meter en un lío...". En cuestión de segundos, pues yo estaba preparándome para coger la moto, esta emotiva escena entre hermanitos me conmovió y ya quería retenerla en mi vitrina mental de personas entrañables para siempre.

- Otra de niños y no, no estoy ovulando ni tengo ganas de tener una mascota humana, como dice  un compañero. Pero cada mañana, mientras desayunamos vemos por la ventana como pasa una familia marroquí que se dirige al colegio. La madre, el hijo mediano de unos 7 años, la hija de unos pocos más, muy probablemente marginada en el cole porque siempre va cabizbaja mirándose los pies y el benjamín. Un niño que camina como puede, dando saltitos, cogido de la mano de su madre que le insta a que vaya un poco más rápido porque siempre llegan tarde a la escuela. El pobre va  muy abrigadito, con un anorak de plumas supergordo, posiblemente dos tallas más a la que le correspondería por su edad y un gorrito blanco que protege su diminuta cabeza.

-  En mi vitrina de gente entrañable seguro que habría más de una pareja octogenaria. Qué bonitos son, aunque discutan por el sinfín de años que llevan juntos es maravilloso ver a una pareja de viejecitos que van a la compra. O carcamales con sus perritos raros, pequeños, de patitas gordas y razas que no sabes lo que son. Que no sabes quien está más hecho polvo si el perro o el abuelo.

- Otra persona que estaría incluida sería mi profesor de bodycombat. Es holandés y muy simpaticoide. Mientras estamos desprendiéndonos de la cansalada sobrante de nuestras mollejas él siempre nos anima con algún gesto gracioso. A mi me recuerda mucho al dibujo animado de Hércules de Disney pero en moreno. Todo fortachón y superentrañable. Hace muy poquito que está en España y muchas veces confunde las palabras y a mi me da mucha risa ¡pobrete! Ayer mismo, dijo "¡¡venga chicas, vamos a investigar fuerte!!" A saber lo que querría decir... 

En fin, que hay muchos más y como cada día soy más acelga. En catalán se usa mucho la expresión "ets una bleda" para definir la tontura, todo me parece bonito, entrañable y maravilloso. Vamos a ver como encaramos esta primavera porque me veo que me acabarán gustando hasta esos gusanos voladores llamados mariposas.

1 comentario:

  1. LLOROOOOOOOOOO! no sé si de lo entrañable de estas personas o de la risa. Un apunte: la niña marroquí no creo que sea marginada,. no quiere ir al cole y punto! Tb están en mi lista de personas entrañables! jajaj

    ResponderEliminar