Creo recordar que ya os comenté que mis vecinos son de nacionalidad china. Tienen un bar justo al lado de mi casa y tienen la vivienda encima de él. El niño pequeño es el niño más llorón que he oído jamás, da una penica pobre, se pasa todo el día llorando y gritando. La mujer todo el día en la cocina, haciendo tortillas. Cuando te asomas a la ventana de la cocina la oyes venga que te venga entre cazuelas y el sonido típico de batir los huevos. El hombre se dedica hacer los cafés, tardé en identificar el sonido de "pong-pong" de vaciar el poso del café, al principio pensaba que estaban en obras y eran martillazos, pero después de un tiempo ya deduje que no podían demorarse tanto las obras y que fuera lo que fuera no era producto del bricolaje casero o sino esta gente ya no tiene paredes. Lo que esta claro es que en este bar los borrachos se sirven a sí mismos porque sino no entiendo como se apañan si uno no para de hacer cafés y la otra toltilla española.
Hace unos unos días una voz estridente llegó a mis oídos. Un grito agudo en un idioma totalmente inidentificable invadió mi casa. Mi gato y yo nos miramos con cara de "¡Oh, Dios mío! ¡Ha llegado la abuela!" Parece que la cosa es bastante definitiva pues ya lleva más de una semana y me da que esta señora no se va a volver a su país.
Asín que ahora mismo en mi casa se puede oír a un papá chino que ruge como un león cada vez que carraspea para echar un gapo. Costumbre muy habitual entre el poblado chino y muy pero que muy molesto para mi, pero están en su casa, no se puede hacer nada al respecto. Un niño llorón que ahora llora más porque tiene a la abuela gritándole y dándole por culo todo el rato. Una mamá china que no para de batir huevos y la yaya bigotuda, según mi imaginación, que no para de molestar a media familia y a mi incluida.
Gracias a Dios eso sólo ocurre en el ala este de mi gran palacio. Mi habitación, por suerte, permanece tranquila y me dejan dormir hasta que abren el bar y los borrachos lastimeros empiezan a tocar los huevos con sus vidas patéticas. Por el resto, sigo muy feliz en mi nueva casita.
¿A caso es imposible tener unos vecinos normales?
En Barcelona nooooo jajajaaaaa
ResponderEliminar