Pictogramas rarunos: ¿No os parece raro e incluso dramático que no sepas a dónde tienes que ir cada vez que entras en los baños de un bar?
El otro día, entre en unos que en una puerta había una marsopa y en la otra una osa vestida de charleston. Opté por echar una meadilla en esta última que parecía la más coqueta.
Frutas cachondas: Me da mucho corte comer frutas en público. Si, si. A mi llamarme guarrindonga pero no soy la que le he colocado la connotación sexual a la mitad de las frutas que nos comemos habitualmente. Manzanas, melocotones, cerezas, fresas... ¿Y el plátano? O me lo como a chachos, o medio a escondidas en un rincón o no hay manera de comérselo con cierta dignidad. Lo agarres como lo agarres parece lo que parece y a mi me da vergüencita, no le puedo hacer más.
Viento: Debo ser de las pocas personas que les da miedo el viento.
Es de los efectos meteorológicos que más me acojona.
La lluvia, si hay truenos me pueden medio asustar, pero el viento, que se lo puede llevar todo. Que te puede caer en la cabeza cualquier cosa que haya podido salir volando. Hasta una vaca que consiguió elevar mientras pastaba tranquilamente en su campo.
Asín que cuando hace viento, hago como la pequeña Dorothy, me escondo en mi cama y juego a ser Scarlett O'hara. La que el viento nunca se llevó.
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