jueves, 19 de septiembre de 2013

Estoy apolillada

Cuaderno de bitácoras 18/09/2013 a las 17:30: 
Hoy no hemos avistado ninguna polilla. Parece que hemos erradicado la plaga.
Cuaderno de bitácoras 18/09/2013 a las 21:00: ¡Joder qué susto me ha dao la puta polilla! Pues va ser que no hemos erradicado una mierda. 

Este es mi sin vivir desde hace unos días. A cual armario de la Bella y la Bestia, las polillas se han apoderado de mi hogar y no hay quien las elimine. He intentado buscar el foco de contaminación pero lo único que he conseguido es desesperarme, cuando no me encuentro una en la habitación, me encuentro dos en la cocina. He gaseado la casa con matabichos tanto que prácticamente tengo que entrar en ella con una mascarilla de esas antigases y las muy guarras a la que abres una luz, zas-cas aparecen como si nada y te dan un susto de muerte porque sus alas polvorientas te pasan por las narices altivas como diciendo "el ambientador ese que has echado muy bueno, nena". Cuando consigo ver una posada en algún sitio la arreo con lo primero que encuentro, todo vale, zapatilla, trapo, papel, me convierto en la Hulka y la reviento a palos. Y asín, paso yo los días, mata polilla, mancha pared, borrador mágico. Busco de dónde cojones salen los malditos gusanos voladores. No encuentro. Me dedico a abrir todos los potes, cajones, armarios como si pudieran contener una bomba a punto de explotar, con el miedo de que estén allí acumuladas con sus larvas a punto de explosinar. Y limpio todo lo que puedo. Vamos, que con la coña tengo la casa como chorros del oro, limplia, limpita. ¡No les dejo ni las migajas a esas malas bichas! 

Lo que mucho sospecho es que mi gato se ponía ciego a bichos porque desde que voy en busca y captura del campamento base de las polillas, me he encontrado de todo: arañas, mosquitas bichejos de esos de la humedad. Toda una fauna que hasta ahora me había pasado completamente inadvertida. Gracias a Dios todo poderoso que cuida de mi desde lo más alto del cielo, no me he encontrado con ninguna temida cucaracha y eso que en la city hay sotocientas mil o tropocientas mil, que a veces no sé cual de ellas es una cantidad mayor, por metro cuadrado y esas si que me dan un asco que pa qué. 

Y es que de verdad, que ya sé que lo normal es que haya de todo en este mundo pero los bichos... ¿Si? ¿Estamos seguros que deben existir? A mi sólo me aportan microinfartos. Cada vez que veo volar o correr uno por mis pies me meten unos sustos horripilantes. Me dan un asco terrible porqué, por algún motivo que desconozco, les gusta más la mierda que al tonto un lápiz. En fin, que yo sería mucho más feliz sin bichos, que se joda la Disney, Pixar y todos juntos, a mi los insectos por muy entrañables que me los quieran poner no me gustan nada.

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