¿Tienes lumbre marinero?

El fin de semana pasado salí por ahí y me quedé un poco alucinada con el tema ligoteo.

Dónde han ido a parar los que te cogían de la mano para socorrerte de un tumulto de gente. Los que con ojos tímidos te pedían la hora o incluso los más osados que te preguntaban el nombre, el mítico estudias o trabajas o el eres de por aquí.

Pero el otro día,  no fue eso precisamente lo que vi. Sino a una chica remenando su culamen en la entrepierna de un pobre chaval que no sabia ni cómo ponerse.  Otra agarrándole el culo a un jovenzuelo y la que colmó el vaso del poco savour faire del noble arte del flirteo fue la que le tiró el cubata por encima al buenorro de turno. ¿Qué pasa que a los hombres ya no les gustan las medias sonrisas, los guiños o los insinuantes toqueteos de pelos? Entiendo que el que haya un hombre para cada 7 mujeres la competencia sea muy dura y  nos haga convertir en un híbrido a medias entre Jessica Rabbit y Cruella de Vil, que el ir vestidas como putas y maquilladas como puertas quien más quien menos va asín pero vamos que no me parece muy normal la actitud zorresca de algunas. 

Lo mejor de todo, después de ver ese desfile de chochas locas por un palito, fue que al salir de la discoteque oí a un chico que le decía a su amigo "Oye, pues mira, yo que quieres que te diga, casi prefiero ir de putas!"

Antes la cosa era que la chica que no hacia chuspi-chusqui era porque no quería, ahora el chico que no moja es porque es mu tonto.

No soy tan inocente como parece y comprendo que sería más  factible que el PP devolviera todo el dinero churrimangado a encontrar un mínimo de romanticismo en el ambiente nocturno de hoy en día pero señoritas de ahí a tenerte que lanzar a cual bestia parda a la femoral de cualquier caballerete para echar un polvo me parece un espanto.Releo las líneas que he escrito y me da la sensación que soy una yayona con harapos negros y un crucifijo en la mano, pero de verdad, mujeres de hoy en día, ¿no podríamos encontrar un término medio?

Aunque como siempre digo, cada cual que haga lo que le de la gana. Yo, preferiré seguir no comiéndome un rosco.  

Y en mi siempre afán de observar a los demás y no dedicarme a mi propia vida, el fin de semana que viene como volveré a salir de fiestuqui, si veo algún caso flagrante de descaro femenino ya os lo contaría que yo no sé si es muy normal que yo sea tan beata o que algo se nos está yendo de madre...