Últimamente se habla mucho de la adicción que podemos tener al móvil. Sólo que pertenezcas a un par de grupos de la famosa aplicación de W, que abdique el rey y tu móvil se puede convertir en una metralleta, disparando 1000 mensajes por minuto con las frikadas más variopintas.
Es imposible, para mi, no mirar el aparatejo cada cinco minutos. A ver si alguien va a decir algo interesante y yo no me entero. Es que mi dedo va directo al botón de activar pantalla como las moscas a la mierda , clic nada, clic no whats, clic 119 mensajes sin leer ¿comor? Entonces, te cagas en todo y en la maldita cobertura oscilante, ahora vengo, ahora no voy. Tardas tres eones en ponerte al día, total para descubrir que alguien ha ido a la playa, ha puesto sus piececitos en el agua y todo el mundo ha tenido que decir la suya. Sigues tu vida y a los cinco minutos tu cerebro ya le esta dando la órden a tu dedo, ávido de información, para ver si hay algo nuevo. Y así santornemi, en un bucle infinito o hasta que la batería dice basta. Entras en modo pánico hasta alcanzar el cargador y cuando las rallitas van avanzado y respiras aliviado porque nadie ha escrito nada pero en un nanosegundo te das cuenta de ello. ¡Alá, nadie ha escrito nada, qué pena!
También están los enganchados a los blogs o páginas informativas que sino refrescan cada 10 minutos les coge un siroco. No sea caso que se acabe el mundo y les pille en bragas o mucho peor comprando ropita online.
Pero como todas las adicciones tiene sus desventajas y las aplicaciones tipo w, f, t o i, se llevan la palma. El medidor de egos se dispara y la normalidad empieza a disiparse cuando coges un cabreo monumental porque tienes sotopocientos likes a la tontada de turno que se te acaba de pasar por la cabeza pero el chico o la chica que te gusta te ha ignorado completamente. Y es que esto la SuperPop no lo tenia previsto y vamos todos medio perdidos. En nuestra imaginación no cabe la posibilidad que esa persona quizás este en un momento de recogimiento personal y hasta que no tire de la cadena no verá nuestra memez en las redes.
Por eso, ahora los científicos se han dado cuenta que nuestra paciencia ya no es lo que era. ¿os acordáis de esa lejana experiencia de depender de correos para leer una carta?
Tanto F como W tienen el famoso y temido última conexión. Hay gente que se convierte en estrategas de nivel máximo de la aplicación con la coña del doble check y la última conexión, ¿porqué tenemos esa necesidad de decirle al mundo a qué hora nos vamos a dormir o nos levantamos? Eso si que como te descuides, te puedes volver majareta perdido si el chico o la chica que te ha ignorado en los I likes es un poco de la vida alegre. El número de comidas de ollas que me habéis comentado algunos por este motivo me parece realmente preocupante, hasta yo he caído alguna vez con la tontería esta. Lo peor es que la solución no es fácil, la última conexión te tiene atrapado en un reino de imaginación normalmente oscuro y tenebroso.
Me resulta muy difícil y supongo que al resto del mundo también le pasa, de gestionar todas estas moderneces informativas, en las que podemos ir de la sensatez a la locura con un solo clic, sobretodo si son pasadas las 12 de la noche, porque todos sabemos que después de esa hora, nada bueno se cuece.
Me parece realmente inquietante hacia donde vamos con todo esto, ¿cuál será el siguiente paso evolutivo de esta sociedad enganchada al resto del mundo vía wi-fi? ¿conseguiremos nuevamente convertir en normal lo que ayer no era normal?
¡Ale, ahí os dejo pensando!
Ahora ya puedes ocultar tu última conexión tanto en w como en f... Y es una putada XD
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