lunes, 11 de mayo de 2015

Señorita ruiditos

Los que me conoces ya sabrán porqué lo digo. Entre lo mucho que gesticulo cuando estoy nerviosa y los ruiditos que hago siempre, los que viven a mi alrededor están entretenidos. Yo no era exactamente consciente de ello hasta que J sugirió ponerme una cámara 24h para el divertimento del personal.

No sé por qué será pero tengo bastantes escalofríos, lo que me provocan en mi cuerpo unos respingos y unos muy poco discretos ¡Uys! Mi compañero A, antiguamente conocido como B, siempre hace la coña de preguntarme si ya se me han activado las bolas chinas. Años con esta broma y años que se me escapa la risilla igualmente. ¡Si es que a veces, soy de un pavo!

Núm. de la revista dedicado a mi
¿Os acordáis del Muy interesante? Pues hace años, cuando no tenía nada más que hacer que hojear esa revista, leí que un estornudo puede llegar a ir a más de 120 km. por hora y que es muy malo aguantárselo, que te podría estallar hasta la cabeza. Y claro, en vista del aprecio que le tengo a mi masa gris pues soy de las que estornuda y se entera hasta el vecino del quinto. 

Tampoco tengo miramientos cuando me tengo que tronchar de la risa. Porque con lo sano que es meterse una buena risotada como para ir conteniéndome. Ya controlo demasiadas cosas en mi vida que me la amargan, no me jodan ahora con la risa. Quizás no será normal o quizás no será educado, un poco molesto por mi volumen pero ya os digo que me la repinfla.

O también es curioso que cuando estoy trabajando o muy concentrada haciendo algo y me equivoco digo caca. ¡Si, caca! Ya casi abandonando los treintaymuchos, digo caca como si fuera una niña pequeña.

Así que si, queridos amigos y lectores en general, soy la mujer orquesta, sólo me faltan unos platillos entre las rodillas para ya acabar de rematarlo.

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