Esta marrana
soy yo. Antes de que existieran los memes y el merchandising masivo, una
señorita inventó estos dibujitos que llevo en el babero como notas de amor para
su novio. Un editor las vio y decidió publicarlas como tira cómica en un
periódico. Esto rondaba los años 70 y fue cuando las mamás del mundo se
volvieron medio locas con su viñeta más famosa Amor es... ser capaz de decir
que lo sientes y el otro día hablando con H, mi alemana favorita, me dijo que
su madre también era miembro pro-activo del club Love is...
En Londres hubo una época en que los utilizaron como
dibujos educativos y en los míticos autobuses de la ciudad podías encontrarlos
explicándote que el Amor es... ser educado con los mayores, no tirar
mierdecillas al suelo, no gritar y cosas así. ¿Será por eso que me enamoré de
esa ciudad?
Los que me conocéis seguro que ya sabéis de mi cariño hacia estos
personajillos. Alguna foto de perfil o algo os habré enviado y es que son tan
entrañables. Siempre tienen una bonita frase para decirnos y enseñarnos sus
valores que ya parecen más de otro mundo que de este. ¡Y el otro día descubrí
que también estaban en twitter!
Con J y MM discutíamos que de pequeñas, quizás nos habían inculcado
demasiado eso del príncipe azul y los malditos cuentos Disney que nos hacen
soñar y creer en un amor que no es precisamente real y así nos iba. Pues a mi
chicas ya veis que no, que mis papás eran más hippies que tó y pensaron que era
mejor tirar por la vía del respeto mutuo y la igualdad pero tampoco funciona.
Que cuando te llega, te llega y eres más feliz que una perdiz, sea a lo Disney
o sea a tu manera. Y como dice Ll que qué coño como mejor se está es en pareja,
por muy idealizado que tenga yo el concepto. ¡Mucho más entretenido, ande vas a
parar!
Y para que luego no me acuséis de que no soy una romanticona y una ñoña bobalicona como cualquiera de vosotras os dejo por aquí unas cuantas viñetas. Me ha costado un montón escoger solo unas pocas para esta entrada porque me parecen todas supercuquiguays y algunas hasta os sorprenderán. ¡A ver si adivináis cual es mi preferida!
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