Mi sangre te lo dice todo

Ya hace tiempo que barajo esta teoría en mi mente. Ya sabéis que, de vez en cuando, mi cabeza se pone a reflexionar sola y ahí se queda barruntando alguna idea, habitualmente, tirando a poco normal.

Mi grupo sanguíneo es 0 negativo. Para los que seáis más de letras que de ciencias, explicaros que las personas que tenemos este tipo de sangre podemos donar a todo el mundo pero solo nos pueden dar los de nuestro mismo grupo.

Y no es que mi teoría pase por sentirme como un cero a la izquierda, tengo poquica autoestima pero con la que tengo ya voy bien, andandillo, gracias. No, mi teoría pasa porque yo doy a todo el mundo lo que necesite, no me importa, lo hago de agrado y si puedo y está en mi mano de buen gusto. Aunque eso, profesionales del costumbrismo y el comportamiento humano me piden encarecidamente que no lo haga. Se ve que la gente se aprovecha siempre de la servidumbre. Poco a poco, ya voy aprendiendo a pedir lo que quiero y que le den a los demàs pero si sé que estás buscando un lápiz y llevo uno en el bolso, no me voy hacer la sueca aunque sepa que ni me lo vayas agradecer ni valorarás el gesto. Triste pero es asín.

Y como algunos imaginan o saben son pocos los privilegiados que me aportan algo a mí. Especialmente, en el apartado sentimental. Vamos que cuatro consegitos le podría dar yo a Trump sobre muros.Y, es que sólo me gustan los chicos normales como yo. (Si, momento carcajada free style. ¡Adelante!).

Y otra cosa que me cuesta horrores es ser positiva. Yo de mayor quiero ser como los de Mr. Wonderfull que deben cagar arco iris o algo porque lo suyo si que no es normal.

No es que lo vea todo oscuro como un murciélago pero reconozco que soy de las de que si algo puede salir mal, no te preocupes que saldrá peor... De las de es que yo monto un circo, me crecen los enanos y los leones se me van cantando para Oz entre baldosas amarillas... 

Con los años, he aprendido que las cosas buenas no pasan cuando estás mohína en tu casa sino cuando estás contenta y alegre. Pop de golpe, te llega algo bueno. Pero salir de la espiral maligna del negativismo es dificilísimo y si lo llevas en la sangre ya ni os lo explico.